Ensayo, biografía y crónica periodística: las tres etiquetas se pueden aplicar a La cuarta espada, último libro de Santiago Roncagliolo. Como en su obra anterior, Abril Rojo (ganador del Premio Alfaguara 2006), Roncagliolo aborda el tema de Sendero Luminoso y la guerra sucia en su Perú natal. La reiteración de temática no parece ser la salida fácil de un escritor sin ideas sino más bien la presentación de dos enfoques diferentes y válidos sobre un tema que sin duda tiene infinidad de matices e historias para contar. La novela Abril Rojo era ficción sobre una época posterior a la guerra sucia y Abimael Guzmán, fundador y líder de Sendero Luminoso, no era parte de la historia. En La cuarta espada todo gira en torno a Guzmán. Para poder entender lo que el autor quería transmitir con este libro debe entenderse cómo nace. En 2005 Roncagliolo tenía que ofrecer una nota a un editor del diario español El País y propuso hacer un perfil de Guzmán. A medida que entrevistaba, recolectaba información y husmeaba sobre el líder guerrillero, caía en la cuenta de que el material daba para mucho más que un artículo de diario y decidió convertirlo en una biografía. Esta decisión es palpable en la lectura del libro y uno de sus puntos más débiles, ya que da la impresión de estar escrito como suele escribirse en los diarios: a contrarreloj, algo que Roncagliolo admite en varias ocasiones.
Para completar la información que disponía, Roncagliolo relata cómo la figura de Guzmán marcó ciertos momentos de su vida pese a haber vivido parte de su infancia fuera del Perú y, después, en el acomodado barrio limeño de Miraflores, bien lejos del campo de acción diario de Sendero Luminoso. Son anécdotas marcadas en la memoria del escritor, ya sea a través de comentarios que oía a los adultos o por imágenes televisivas.
Recién en la página 225, Roncagliolo revela que hubo una segunda etapa de la investigación, posterior a la publicación del artículo en octubre de 2005. Esa etapa, que debe haber sido la más fructífera pero a la que dedica tan sólo 20 páginas, comenzó en 2006 durante la gira de presentación de Abril Rojo cuando conoció a una persona que le presentó a decenas de senderistas detenidos, entre ellos la pareja de Guzmán, Elena Iparraguirre. Para entonces Roncagliolo había terminado de escribir la primera versión de La cuarta espada y ya tenía un contrato para publicarlo. La introducción del autor al libro cierra con una pregunta acerca de Guzmán: ¿quién es este hombre? El interrogante actúa de eje del libro y en su búsqueda por encontrar la respuesta el peruano intenta presentar al líder guerrillero al mundo, explicarlo y entenderlo. Admite cierta fascinación por quien era conocido como Presidente Gonzalo y quien quería que sus ideas llegasen a ser tan importantes como las de las “tres espadas” del comunismo: el marxismo, el leninismo y el maoísmo.
La crítica más fuerte que ha recibido La cuarta espada, sobre todo en Perú, está vinculada a este intento de retratar a Guzmán, ya que Roncagliolo banaliza la figura e importancia del guerrillero. Una frase del libro sobresale como disparador de las críticas, cuando hace referencia a la ideología de los militantes comunistas, y de los senderistas en especial: “El valor casi místico que se atribuye a la ideología recuerda la Fuerza de Luke Skywalker, una herramienta espiritual y trascendente que le da a su usuario poder ilimitado”. La guerra sucia peruana dejó más de 69.000 muertos y desaparecidos y muchos peruanos creen que comparar la ideología de los senderistas con La guerra de las galaxias es una frivolidad. Roncagliolo dice que esas comparaciones son necesarias para que lectores foráneos comprendan mejor el tema. Pero La cuarta espada no es un libro académico y seguramente no será utilizado como tal. Gracias en parte a que está escrita con ritmo de novela sirve, en cambio, como un acercamiento para quien desea tener un contacto más bien superficial con las ideas de quien fuera alguna vez definido por un diario europeo como “el loco más peligroso de América”.
Para completar la información que disponía, Roncagliolo relata cómo la figura de Guzmán marcó ciertos momentos de su vida pese a haber vivido parte de su infancia fuera del Perú y, después, en el acomodado barrio limeño de Miraflores, bien lejos del campo de acción diario de Sendero Luminoso. Son anécdotas marcadas en la memoria del escritor, ya sea a través de comentarios que oía a los adultos o por imágenes televisivas.
Recién en la página 225, Roncagliolo revela que hubo una segunda etapa de la investigación, posterior a la publicación del artículo en octubre de 2005. Esa etapa, que debe haber sido la más fructífera pero a la que dedica tan sólo 20 páginas, comenzó en 2006 durante la gira de presentación de Abril Rojo cuando conoció a una persona que le presentó a decenas de senderistas detenidos, entre ellos la pareja de Guzmán, Elena Iparraguirre. Para entonces Roncagliolo había terminado de escribir la primera versión de La cuarta espada y ya tenía un contrato para publicarlo. La introducción del autor al libro cierra con una pregunta acerca de Guzmán: ¿quién es este hombre? El interrogante actúa de eje del libro y en su búsqueda por encontrar la respuesta el peruano intenta presentar al líder guerrillero al mundo, explicarlo y entenderlo. Admite cierta fascinación por quien era conocido como Presidente Gonzalo y quien quería que sus ideas llegasen a ser tan importantes como las de las “tres espadas” del comunismo: el marxismo, el leninismo y el maoísmo.
La crítica más fuerte que ha recibido La cuarta espada, sobre todo en Perú, está vinculada a este intento de retratar a Guzmán, ya que Roncagliolo banaliza la figura e importancia del guerrillero. Una frase del libro sobresale como disparador de las críticas, cuando hace referencia a la ideología de los militantes comunistas, y de los senderistas en especial: “El valor casi místico que se atribuye a la ideología recuerda la Fuerza de Luke Skywalker, una herramienta espiritual y trascendente que le da a su usuario poder ilimitado”. La guerra sucia peruana dejó más de 69.000 muertos y desaparecidos y muchos peruanos creen que comparar la ideología de los senderistas con La guerra de las galaxias es una frivolidad. Roncagliolo dice que esas comparaciones son necesarias para que lectores foráneos comprendan mejor el tema. Pero La cuarta espada no es un libro académico y seguramente no será utilizado como tal. Gracias en parte a que está escrita con ritmo de novela sirve, en cambio, como un acercamiento para quien desea tener un contacto más bien superficial con las ideas de quien fuera alguna vez definido por un diario europeo como “el loco más peligroso de América”.
(Publicado originalmente en el suplemento Radar Libros, de Página/ 12,
Buenos Aires, 25 de noviembre de 2007)
No hay comentarios:
Publicar un comentario