25.2.08

Rita Gnutzmann y la narrativa peruana del siglo XX

Dentro de la serie de «Cuadernos de América sin nombre», que con tanto entusiasmo dirige José Carlos Rovira, de la Universidad de Alicante, España, acaba de aparecer un volumen de cerca de 300 páginas que seguramente concitará la atención de todos los amantes de la narrativa peruana. Se trata del libro Novela y cuento del siglo XX en el Perú (Alicante, «Cuadernos de América sin nombre», N° 21, 2007), de Rita Gnutzmann, quien es conocida en los medios latinoamericanistas por la gran pasión con que se dedica a la tarea de analizar la literatura de países como el Perú o la Argentina y de darla a conocer a un público más amplio.

Para poder escribir su libro Novela y cuento del siglo XX en el Perú, Gnutzmann tuvo que enfrentarse a una serie de interrogantes y dilemas que resultan fundamentales en este tipo de investigaciones, como qué momento debía elegir como punto de partida (aun cuando se trata solo del siglo XX), cómo debía aproximarse al corpus fundamental de su estudio (¿buscar el paradigma, una suerte de mosaico o solo lo consagrado?) o cuáles eran los puntos de relevancia que tenía que establecer (¿para el crítico, para los lectores peruanos o para el público universitario español al que se supone está dirigido este libro?). Además, para poder contextualizar lo que estaba estudiando, le resultó imprescindible establecer la situación socio-política en la que se producían los textos, pues éstos forman parte de la cultura y la sociedad y el autor extrae sus experiencias de ellas, aunque ello no significa que éstas pasen a su obra sin ninguna transformación. Finalmente, para evitar caer en el simple desfile de autores y obras a que a veces se reducen algunos estudios literarios, nuestra autora se inclinó por un método que privilegia los temas, las corrientes y los movimientos.

El libro de Gnutzmann se divide en seis capítulos. El primero de ellos se titula «El nuevo siglo: Modernismo-Criollismo-Vanguardia y "Retaguardia"» y se contrae fundamentalmente alrededor del estudio de las obras de Enrique A. Carrillo, Clemente Palma, Abraham Valdelomar, José Diez Canseco, Martín Adán y Enrique López Albújar. El capítulo que sigue es «Literatura indigenista» y trata sobre el debate del indigenismo y el rol que cumplieron (y cumplen) autores como Ciro Alegría, José María Arguedas, Eleodoro Vargas Vicuña, Manuel Scorza y Óscar Colchado. El tercer capítulo está dedicado a los principales narradores de la «Generación del 50»: Enrique Congrains, Oswaldo Reynoso, Sebastián Salazar Bondy y Carlos Eduardo Zavaleta. Sigue a continuación el capítulo «Renovación e internacionalización», que está dedicado a Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique. Los dos últimos capítulos se titulan «Eclosión y diversificación: Novela y cuento desde los años 70» y «Literatura y violencia desde los años 80», en forma respectiva, y son quizás los más novedosos y polémicos del libro ya que están estructurados alrededor de una serie de asuntos bastante candentes y todavía muy poco estudiados, como son la experimentación literaria; el relato de la población negra; el aporte de las comunidades judía, china y japonesa; la lucha y la marginación; la dualidad cultural y el mestizaje; la novela «joven» policíaca y metatextual; la presencia en la narrativa de Sendero Luminoso, los militares y la corrupción; y, finalmente, el surgimiento de lo policíaco.

La autora de este importante y ambicioso estudio sobre la narrativa del siglo XX en el Perú es Doctora en Literatura. Actualmente se desempeña como Profesora Titular de la Facultad de Filología, Geografía e Historia de la Universidad del País Vasco. También ha publicado otros libros de la calidad de Roberto Arlt o El arte del calidoscopio (1984), Cómo leer a Mario Vargas Llosa (1992), La teoría alemana (1994) o La novela naturalista en Argentina (1880-1900) (1998).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Carlos: Por lo que escribes, se ve que estamos ante un libro de la patada. Me interesaría leerlo, Sabes si ya lo están vendiendo en Limonta. Pasa el dato, pues, y no te guardes la primicia para ti solito.
Saludos,
ML