6.2.08

Gioconda Belli gana el Biblioteca Breve

Una de las más destacadas poetas latinoamericanas, fuertemente comprometida con la libertad, la nicaragüense Gioconda Belli, se adjudicó el martes la versión 50 del premio Biblioteca Breve que otorga la editorial Seix Barral, por decisión unánime del jurado. La escritora –quien formó parte en el pasado del gobierno sandinista– obtuvo el galardón, dotado con 30 mil euros, por su novela El infinito en la palma de la mano, historia en la que el misterio y la poesía se entrecruzan y dan lugar a fabulaciones de cómo pudo ser la vida de Adán y Eva en el paraíso terrenal. El jurado, integrado por José Caballero Bonald, Luis Mateo Díez, Pere Gimferrer, Rosa Montero y Elena Ramírez, eligió entre 499 originales que compitieron en el certamen que cumple medio siglo.En su argumentación, el jurado indicó que la obra de Belli destaca por su “singular enfoque, su capacidad evocadora y su recreación antropológica del mito de los orígenes”.

En conversación con los periodistas, Gioconda Belli admitió que la voz de los personajes fue lo que más trabajo le dio a la hora de enfrentarse a la narración, ya que “debía respetar la antigüedad, la magia, lo misterioso y lo inexplicable de la historia, con una pareja inocente, hasta que un día ella, con su mordisco a la manzana, da inicio al tiempo, a la realidad, a las amenazas, al frío o al hambre, pero también a la libertad”. Si bien Belli no es religiosa, dijo creer que el paraíso es una “aspiración” que persigue la humanidad desde siempre, pero aclaró que su novela “es una puesta en escena de esa primera relación entre hombre y mujer que, tras descubrir que han sido condenados a muerte, ven que sólo reproduciéndose tendrán algún remedo de inmortalidad”.

Nacida en Managua en 1948, la escritora cursó estudios secundarios en España y luego vivió y estudió en Estados Unidos. Regresó a la capital nicaragüense en 1967, donde se casó y tuvo una hija. Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970, en el semanario cultural del diario nicaragüense La Prensa. Su poesía, considerada revolucionaria por su manera de abordar el cuerpo y la sensualidad femeninas, causó gran conmoción en los medios literarios.

Como gran parte de los intelectuales de su generación, Belli se integró a las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y militó en esa organización desde 1970 hasta 1994. Perseguida por la dictadura somocista, vivió en el exilio en México y Costa Rica. En 1978 obtuvo el Premio Casa de las Américas por su poemario Línea de fuego. Cuando los sandinistas llegaron al poder, en 1979, Belli ocupó varios cargos dentro del gobierno revolucionario. En 1984 fue representante sandinista ante el Consejo Nacional de Partidos Políticos y vocera del FSLN en la campaña electoral, pero en 1986 abandonó los cargos oficiales y se dedicó a escribir su primera novela, La mujer habitada, que publicó en 1988 y recibió grandes elogios de la crítica latinoamericana y europea.

Entre 1982 y 1987 publicó Truenos y arco iris, Amor insurrecto y De la costilla de Eva, tres libros de poemas que fueron publicados también en España, México, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Italia y Estados Unidos. La mujer habitada obtuvo importante éxito en Alemania, donde se publicaron un millón de ejemplares y ya supera las 20 ediciones, adjudicándose en 1989 el Premio de los Bibliotecarios, Editores y Libreros a la Novela Política del Año. Tras su segunda novela, Sofía de los presagios (1990), siguió Waslala (1996) y también escribió en esa época el cuento para niños El taller de las mariposas. Belli dejó testimonio y memoria de sus años en el sandinismo en El país bajo mi piel (2001), traducido al alemán, holandés e italiano, y publicado en Estados Unidos un año después.

(De La Jornada, México D.F., 6 de febrero de 2008)

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