Héctor González
Si hay un crítico sajón de la literatura latinoamericana es Seymour Menton. Su antología El cuento hispanoamericano es casi un libro de texto. A sus ochenta años el estudioso estadounidense publica La novela colombiana. Planetas y satélites (Fondo de Cultura Económica), donde hace un periplo a través de los mayores narradores del país sudamericano. Menton asegura leer hoy menos, aunque todavía es capaz de devorar tres o cuatro títulos en una semana. Con la cantidad de novelas que se imprimen hoy es imposible leerlas todas. Sólo leo las que me recomiendan o llegan precedidas de determinada fama, advierte. En su español casi perfecto habla con cautela mientras la profundidad de su mirada escondida por gruesos anteojos se pierde en algún punto, que tal vez en su imaginario sea el de alguna página de un buen libro.
-¿Qué tipo de relación ve entre los autores jóvenes y los tutores del realismo mágico?
-Todas las generaciones literarias quieren sublevarse contra los padres. Incluso, el crítico uruguayo Emilio Rodríguez publicó un libro llamado Los parricidas, sobre los jovenes escritores argentinos que se están sublevando contra Borges. Con García Márquez sucede algo parecido. Los jóvenes ya no quieren escribir realismo mágico, aunque envidian a García Márquez y tratan de buscar nuevos temas y maneras de narrar, pero en general no han sobresalido. No creo que García Márquez esté enterrado, sigue escribiendo. Noticias de un secuestro, una de sus últimas obras es excelente, lo mismo sucede con sus memorias. En ese sentido autores como Carlos Fuentes, Vargas Llosa y García Márquez siguen vigentes.
-Mi favorito es Vargas Llosa...
-Es una cuestión de opinión. Los tres han escrito muchas novelas, probablemente el que menos ha publicado es García Márquez, aunque sin duda ha escrito la mejor que es Cien años de soledad. De Vargas Llosa creo que su mejor obra es La guerra del fin del mundo. De Fuentes la que más me gusta es La muerte de Artemio Cruz. No podría decir que Vargas Llosa es el mejor. Su última novela, Las travesuras de la niña mala, me gustó, pero no me parece una obra maestra.
-De acuerdo, pero quizá tomando el último libro de Vargas Llosa, y el último de Carlos Fuentes, siento que en el mexicano se da un desfase en el lenguaje, por momentos pone a los jóvenes de hoy hablando como los jóvenes de hace veinte años. Probablemente Vargas Llosa no ha escrito la mejor obra, pero quizá sí sea el más consistente...
-Es probable que con Fuentes suceda eso y quizá Vargas Llosa sea el más vigoroso, también es el más joven.
(La entrevista completa se puede leer en la revista Vértigo,
México, 6 de enero de 2008)
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