30.3.09

Soberano y transgresor

Pedro Escribano
La República, Lima, 28/03/2009


La poesía y figura del poeta peruano César Moro, en su tiempo casi proscritas o relegadas a la periferia, hoy en día ejercen un poderoso magnetismo, no solo en los poetas jóvenes, que lo buscan, lo leen y le profesan innegable culto, sino también en los estudiosos y profesores universitarios quienes ensayan nuevas lecturas.

Mariela Dreyfus, poeta, traductora y ensayista –que estudió Literatura en la U. de San Marcos y ahora es profesora de la U. de Nueva York–acaba de sumar un nuevo título, Soberanía y transgresión: César Moro, libro publicado por el Fondo Editorial de la U. Ricardo Palma.

Como anota la autora, el libro reúne cuatro ensayos en torno a la vida y obra del autor de Trafalgar Square. En realidad, explica Dreyfus, se trata de versiones revisadas y actualizadas de un amplio trabajo que fue su tesis doctoral en la Universidad de Columbia, Nueva York, en 1996.

Los cuatro ensayos tienen una secuencia que conducen de la mano al lector a presentar, primero, al ser humano y luego la complejidad y dimensión creadora del artista.

El primero, “Je n’ai pas de Maison: la vida itinerante de César Moro” rastrea la difícil, accidentada e incomprendida biografía del poeta. Pero no se trata de un recuento existencial plano. Dreyfus, con la detallada información que cuenta, asocia aspectos de la obra con los que ilumina y relumbra la vida del poeta. La estudiosa, en ese sentido, no deja cabo suelto.

En el segundo capítulo, “Moro el amor”, Dreyfus ofrece una lectura de la poética del vate en los planos del amor, en donde el poeta es “un soberano” y “un transgresor”. Más aún, si en él opera el amor homosexual. Según Dreyfus se creó un personaje de sí mismo. “Reniega de los valores de la sociedad; no respeta las fronteras de la lengua; se burla de la familia, la patria, la religión; se ha exiliado en cualquier territorio para instalarse en el reino de la poesía. Anárquico y soberano, solo por la pasión se reconoce (...) ( pág. 81). La autora refrenda su juicio con una cita de José Miguel Oviedo que dice que Moro es un “bárbaro ansioso de sangre y erotismo”. En Moro, arriesga opinión Dreyfus a propósito del poemario Ces poèms: “La experiencia amorosa no se recrea ni se evoca sino que se imagina; más que ante los poemas de un enamorado, estamos ante los de alguien lanzado a la cacería del amor, dispuesto a entregarse a una pasión a fin de que se produzca el milagro” (pág. 92). Para nosotros es el capítulo más rico y sugestivo.

El tercer capítulo, “Vasos comunicantes: la poesía y plástica de Moro”, la ensayista trata de establecer correspondencias entre la poesía y pintura del poeta o hallar claves comunes entre ambas.

Finalmente, con el cuarto capítulo, “La tortuga ecuestre: visión y pasión”, Dreyfus cierra el círculo de su estudio. Si en los primeros capítulos ahonda en dimensiones temáticas, en esta última parte ejercita una tarea de exégesis en base de poemas de La tortuga... Prueba que la poesía de Moro está viva.

21.3.09

Con añoranza del Perú

Siu Kam Wen (China, 1951), radica ahora en Honolulu dedicado a trabajar como contador, ha publicado La primera espada del imperio, La estatua del jardín, y Viaje a Itaca. También presentó hace algunas semanas en Lima la reedición de su libro de cuentos Tramo final (Casatomada, 2009).

Cuando apareció La vida no es una tómbola (UNMSM-2008), nada se sabía acerca de Siu Kam Wen, hasta que finalmente estuvo en Lima para presentar su novela. He aquí una entrevista singular.

-¿Cómo define el lenguaje de sus novelas?
-Creo que uso fundamentalmente un lenguaje sencillo y conciso, sin necesidad de recurrir a palabras rebuscadas, porque los autores que trato de imitar son por ejemplo: Stendhal y Puskin, quienes se caracterizan por un estilo sencillo y no preciosista.

-¿Qué importante es la estructura literaria en sus novelas?
-Bueno, toda novela tiene que tener una estructura, una unidad. Por ejemplo en La vida no es una tómbola, hay tres hilos narrativos y al combinarse tiene que producir un todo literario, uniforme, mejor dicho, armonioso.

-¿En qué se diferencia o parece a Isaac Goldemberg puesto que lo dos son migrantes y desarraigados a la vez?
-Hace varios atrás que me comuniqué con él por correo electrónico y coincidimos en que los dos somos, primero: autores que escriben y viven en una Tierra de Nadie porque él usó ese título para uno de sus poemarios. Yo también usé esa palabra como título de mi Blog. Segundo: escribimos fuera del Perú, un país al que literariamente pertenecemos. Pero nosotros, coincidimos en sentir que como escritores estamos en la Tierra de Nadie. Estamos en la periferia de la literatura del Perú y por otro lado, la literatura judía y la literatura china no nos consideran como sus autores. Estamos en el aire, el limbo.

-En todo caso, ¿cómo se considera usted?
-Me considero un escritor peruano, escribo en español, aún cuando mi nacionalidad es norteamericana y soy chino de nacimiento. ¡Ah! Pelguano pe. Otra razón por la que me considero escritor peruano es porque escribo sobre el Perú, sobre mi experiencia y sucesos en el Perú.

-¿Qué temas literarios trabaja ahora?
-Algunas veces se agotan los temas de orden autobiográfico pero está presente el Perú, voy a recurrir a temas imaginarios o fantasiosos, pero sobre el Perú.

-Su libro La vida no es un tómbola está escrito con la añoranza, ¿es verdad?
-Sí, es cierto. Añoranza por mi infancia y juventud, se trata de una novela que cubre diez años de mi vida, desde los 14 hasta los 24, el colegio hasta los días en San Marcos. La vida cotidiana impone tareas, pero la literatura es una opción de vida o muerte.

(De La Primera, Lima, 21/03/2009)

14.3.09

Blanca Varela

Javier Rodríguez Marcos
El País, Madrid, 14/03/2009


La poetisa peruana Blanca Varela murió el jueves en Lima a los 82 años. Paradójicamente, su etapa de mayor reconocimiento coincidió con el mutismo en el que la fue sumiendo poco a poco una trombosis. En 2007, recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Un año antes se le había otorgado el Federico García Lorca. Y en 2001, el Octavio Paz.

Precisamente, el autor de El laberinto de la soledad fue una de las grandes referencias de la escritora peruana. Paz prologó su primer libro y, de paso, la ayudó con el título. Ella le había puesto Puerto Supe. A él no le gustaba. Cuando Varela le recordó que "ese puerto existe", él le dijo: "Ahí tienes el título".

Así, Ese puerto existe inauguró en 1959 una obra completa formada por ocho libros que, todos juntos, a duras penas sobrepasan las 200 páginas. En 2001 Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores los reunió en el volumen Donde todo termina abre las alas, que añadía el inédito El falso teclado. Lleva un prólogo de Adolfo Castañón y un epílogo de Antonio Gamoneda. "No hay nacimiento ni tumba, tú lo has dicho; no hay causa ni lugar; una locura fría es nuestro único habitante", escribía allí el poeta leonés.

La delgadez de sus libros y de sus poemas la había heredado de otro de sus maestros, su compatriota Emilio Adolfo Westphalen. Como él, Varela supo conjugar el aliento surrealista con un despojamiento formal no exento de visceralidad. "Con el instinto del verdadero poeta, sabe callarse a tiempo", dijo de ella Octavio Paz.

Hija de una popular compositora de valses criollos y casada con el pintor Fernando de Szyszlo, Blanca Varela estudió en la Universidad de San Marcos antes de trasladarse a París en 1949. Allí conocería a escritores como Henri Michaux, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Después de vivir en Florencia y Washington, se estableció definitivamente en Lima en 1962.

Fue entonces cuando publicó los libros que siguieron a aquel primero bautizado por Paz: Luz de día (1963), Valses y otras falsas confesiones (1972), Canto villano (1978), Ejercicios materiales (1993), El libro de barro (1993) y Concierto animal (1999). Además, la labor poética de Blanca Varela no se redujo a su propia obra. En 2002, junto al uruguayo Eduardo Milán y los españoles José Ángel Valente y Andrés Sánchez Robayna, publicó Las ínsulas extrañas (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), una amplia antología de la poesía hispanoamericana.

En los versos finales de su poema Palabras para un canto puede leerse: "Yace aquí, / entre tumbas sin nombre,/ escrito en el harapo deslumbrante,/ roja estrella en el fondo del cántaro.// Por el mismo camino del árbol y la nube,/ ambulando en el círculo roído por la luz y el tiempo./ ¿De qué perdida claridad venimos?".

11.3.09

Guillermo Thorndike

Mirko Lauer
La República, Lima, 10/03/2009


A pesar de su enorme importancia en el periodismo (media docena de los diarios que hoy circulan fueron fundados por él), Guillermo Thorndike será recordado sobre todo por sus libros de reconstrucción histórica. Su Año de la barbarie (1969) es todavía la mejor pieza de memoria política del martirologio aprista de 1932 que ya no aparece mucho en los medios, y quizás de toda la crisis que se inicia en 1929. Lo de Thorndike siempre fue el grand reportage, la crónica histórica en profundidad sobre los temas que la curiosidad popular reclamaba o incluso parecía haber perdido: el Apra revolucionaria, la guerra con Chile, el triunfo sandinista, la vida de Miguel Grau, la caída de Juan Velasco Alvarado.

Pero no solo grandes temas de la historia. También fue el versátil autor de libros, guiones y álbumes sobre el Perú de la noticia: el asesinato de Luis Banchero Rossi, la fuga por túnel del MRTA, el fusilamiento del monstruo de Armendáriz, la nostalgia de los años 50, y más tarde los 60, que a partir de un momento se posesionó del país.

La mayoría fueron libros escritos con el cuidado de un novelista, pero sentidos con el entusiasmo de un jefe de redacción en las horas exhilarantes del cierre de un diario, la mesa de trabajo en que siempre se sintió más cómodo. Sin embargo de esa comunión con lo efímero fue saliendo una de las obras más vastas y valiosas de la narrativa peruana.

Lo apasionaba la historia del país, pero más lo seducía la noticia, cuando había la oportunidad de acercarse a ella, que con los años fue cada vez menos. A partir de un momento se hizo obvio que escribir libros era lo que Thorndike hacía entre empleo y empleo. Los investigaba él mismo y los escribía a mano en casa: eran una actividad íntima.

Como escritor lo fascinaba el trabajo de búsqueda en archivos, sobre todo los fotográ­ficos. La política le producía indiferencia, se sentía incómodo en ella, nunca la vio como algo más que una fuente de noticias, la delegaba todo lo que le era posible, y acaso por eso la convirtió en el escenario privilegiado de sus descuidos.

El mundo académico nunca pudo asimilar el compromiso esencial de Thorndike con el periodismo y la noticia, a menudo presente también en el tono de su prosa. Muchas de sus novelas sumaron grandes ventas, y así encontraron un lugar en los estantes caseros más básicos, pero siempre hubo muy pocas reediciones, y menos comentarios críticos. Con el fallecimiento de Thorndike el Perú pierde a un periodista extraordinario y a un cronista histórico de primera línea. Los cuatro tomos de seis aparecidos sobre la vida de Grau muestran que estaba en plena producción. Si se me permite el uso personal de un espacio público, este columnista pierde a un amigo no por alejado menos querido.

4.3.09

Reviviendo a Ciro

Entrevista de José Luis Ayala
La Primera, Lima, 04/03/09


Dora Varona es la depositaria de la memoria y obras de Ciro Alegría. Con ocasión del centenario del nacimiento del novelista, su viuda anuncia la creación de la Casa de la Cultura Ciro Alegría.

-¿Qué sentimiento te suscita el centenario de Ciro Alegría?
-Para mí, revivir la memoria de Ciro Alegría tiene un sentido histórico y debo realizar un gran esfuerzo para que su obra llegue al pueblo peruano a través de ediciones accesibles a su economía. Al mismo tiempo, es lo más precioso que he podido esperar. Veo que todos los sueños, los proyectos que tuve con respecto a la obra de Ciro. El trabajo de los peruanos avocados a revisar su obra, a los textos de los críticos, ahora se reactualiza después de haber estado dormido durante años. En este momento, de pronto, todo se pone en actividad. Pero el tiempo le ha dado razón a Ciro porque amó al Perú y llevó su imagen al mundo a través de sus novelas. Ha llegado el tiempo de revalorarlo en todas sus dimensiones.

-¿Cómo van los preparativos al respecto?
-Hasta este momento tenemos el ofrecimiento del alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, quien ha decidido otorgarnos un efectivo apoyo para realizar eventos culturales. La señora Lola Franco, está resuelta a realizar actividades conmemorativas durante todo el año. Uno de los proyectos más importantes es fundar la Casa de la Cultura Ciro Alegría. Se trata de una gran decisión histórica, de un sueño desde que quedé viuda. Ahora que todo está listo, la lucha es por conseguir el local. La Beneficencia Pública ha ofrecido apoyar en esta causa justa.

-¿Para eso cuenta con el aval del presidente Alan García?
-Por supuesto, he recibido una comunicación muy atenta, su visto bueno para que este proyecto se haga realidad. El presidente de la Beneficencia Pública, señor Carlos Rivas, ha manifestado que se tomarán decisiones concretas. Entonces, todo está preparado para poner en marcha una gran acción cultural.

-¿Qué rol cumplirá la Fundación Ciro Alegría?
-Tiene varias líneas de trabajo. Mantener viva la memoria de Ciro Alegría en el pueblo peruano y particularmente en lo que se refiere a la literatura peruana y la lengua española. Pero no sólo eso, hay que tener en cuenta que Ciro Alegría ha sido traducido a muchos idiomas. Será un lugar donde vayan a trabajar los estudiantes, los investigadores. Tendrá una biblioteca, una cafetería, una sala de lectura, un gran auditorio, una sala donde haya representaciones teatrales, danzas de todo el Perú. Se convocará a concursos sobre Ciro Alegría o en su nombre, de novela y cuento.

-Y, ¿en lo que se refiere al lugar donde nació?
-Esa es una buena pregunta. Nos proponemos rescatar la casa ubicada en Chilca, prácticamente ha sido derruida, pero se puede reconstruir con los mismos elementos materiales y culturales de la zona. La idea es también comprar la casa de Chaclacayo donde murió y convertirla en un museo.

-Es decir, hacer lo que el Estado y particularmente el INC no hicieron.
-Bueno, las ideas surgen precisamente en estas ocasiones cuando se trata de volver la mirada hacia atrás para reconstruir el pasado y ver con optimismo el futuro. Ahora tenemos el apoyo del Estado, el presidente Alan García ha manifestado su voluntad política de ayudar a esa acción, es lector de Ciro Alegría y sabe, conoce la enorme importancia del centenario de un novelista tan querido por el pueblo peruano.

-¿Qué planes hay respecto a las obras de Ciro Alegría?
-Tenemos un plan de trabajo con los editores. Se les convocará para anunciar que se editarán los libros de Ciro que no están comprometidos en anteriores ediciones. Yo tengo un compromiso con Planeta respecto a las obras fundamentales, para la conformación de la Biblioteca Ciro Alegría. Pero, además hay libros bellísimos que han sido editados en España y que en el Perú no han circulado debido al costo. He invitado a todos los editores para tener una reunión y coordinar las ediciones que se deben hacer. Hay ediciones en sellos como Alfaguara, Alianza Editorial, Espasa Calpes, Lozada de Buenos Aires. Se trata de reeditar toda la obra de Ciro de modo ordenado y sistemático.

Hay tres libros de ensayos: Bocetos de un retrato del Perú, son trabajos literarios de Ciro sobre las regiones naturales. Luego, Breve viaje a través de la literatura, un conjunto de textos acerca de los escritores que él amó. Después, Breve viaje a través de mi literatura, donde explica cómo escribió todos sus libros. Esos datos no aparecen en sus libros anteriores. Será una revelación para sus lectores.

-¿Qué podemos esperar los lectores respecto a tu trabajo sobre Ciro?
-Bueno, yo tengo en estos momentos un libo que se llama Diálogo del amor y el tiempo. Reúne las cartas de amor entre Ciro y Dora Varona, su discípula, cuando eran enamorados y después novios. Es un libro que está trabajado en forma de novela epistolar, sólo faltan algunas fotografías y lo presentaré al editor que se interese, tiene dos formatos, como novela y el otro con fotografías.

-¿Habrá supresiones de partes íntimas en las cartas de amor?
-Cuando se publican las cartas de amor desaparecen las frases demasiado íntimas y cursis que se dicen de modo coloquial. Es muy original este hecho porque pertenece a la biografía de Ciro. Al lector, al investigador, le interesa mucho el lenguaje, la poesía, la intensidad de los sentimientos. En el libro aparece cómo empieza la revolución cubana, cuáles son sus problemas, va contando qué sucede en su entorno. Narra situaciones de su pasado, tan íntimas y preciosas como no están ni en las memorias ni en su biografía.